Mi poema dedicado a mi amiga
Carmen Carrasco, escritora y poetisa
Una alargada lengua
azulada y salada,
separaba una tierra
de otra muy cercana,
la primera que escuchara
tu primer recital en la cuna.
Y ambas se juntaron
para que el navegar,
no necesitara remos
para cruzar la mar,
y que el espejo de la luna
fuera una senda donde caminar.
Tus mágicos pasos
jamás necesitan,
zapatos de tacones
para elevarte del suelo,
pues a ti te basta
con mirar al cielo.
Más cuando lo haces,
aquí en la tierra
de pronto se cubre,
con tupidas sombras
a quien anhelaba,
el resplandor de tu mirada.
El aterciopelado sonido
de tu melódica voz,
el entrañable semblante,
el acaramelado regalo
de tu eterna sonrisa,
de tu poesía vibrante.
Donde los calendarios pasan
las horas duermen,
las palabras no callan,
los latidos se acumulan,
las pasiones se fugan,
los amores se apagan.
Como esa Melilla
que te tuvo al nacer,
ahora luces tu arte deslumbrante
en la Valencia fallera,
y desde entonces, el Miguelete
Áurea…cercana quiso tenerte.
Luis López-Almeida
(17/05/05) 1.314
