¿QUIÉN NO RECUERDA LA MÍTICA “REBECA”?
¿Quién no ha leído -al menos los que ya tenemos “unos” años- o ha visto la famosa película Rebeca, y su enigmático personaje que alcanzó fama universal y ha pasado a la historia del cine como obra maestra convirtiendo a su autora, Daphne du Maurier, en una novelista consagrada a nivel mundial?
Se dijo que Daphne du Maurier no es una novelista romántica, ya que sus novelas raramente tienen un final feliz. Doy fe porque yo, desde muy jovencita, me leí todos sus títulos, ya que en casa teníamos un ejemplar editado por la colección Planeta. Libro que he vuelto a leer y que hoy, acusando el paso del tiempo, se encuentra convertido casi en una reliquia y sus hojas de papel cebolla han adquirido esa tonalidad que da la pátina del tiempo. Comprado allá por los años 50, lo conservo como un tesoro literario.
En las novelas de Daphne du Maurier flota el misterio, el suspense, y mantiene la tensión del lector hasta el último instante. Es ese tipo de misterio que nos empuja a llegar hasta el final porque es como si el lector participara en la trama, en el misterio que se encuentra en casi la totalidad de sus obras.
La emoción es otra de las cualidades principales en la novelística de esta autora inglesa traducida a todos los idiomas, en ediciones incluso de lujo, y cuyas novelas han sido llevadas la mayoría a la pantalla con enorme éxito y, a día de hoy, aún continúan pasándose incluso por TV.
Daphne du Maurier nació un 13 de mayo de 1.907 en Londres, pero fue educada en París. Mediana de las tres hijas del prestigioso actor Sir Gerald du Maurier -era su favorita y se dijo que algo más- y la actriz Muriel Beaumont. Toda su familia estaba dedicada al mundo del arte, ya que su abuelo paterno era dibujante, su hermana mayor, Ángela, también era escritora y su hermana menor, Jeanne, era pintora. Así pues, la joven Daphne creció en un ambiente culto y recibió una esmerada educación. Dama culta y refinada, fue Lady por dos veces, por su matrimonio y por sus méritos como escritora. No obstante, su vida fue muy ajetreada y, según su biografía, no le faltaron los amantes de uno y otro género.
De familia adinerada, ella siempre quiso vivir de la escritura y ya, en 1.928 era una muchacha con aficiones literarias que escribía novelitas cortas, colaborando además en la revista Bystander. En 1.928, y con apenas veinte años, escribió su primera novela, El espíritu del amor, que publicó en 1.931.
En 1.932, con veinticinco años, y después de vividas algunas aventuras amorosas, se casó con el comandante Frederick Arthur, diez años mayor que ella, que llegó a ser héroe de guerra con el grado de teniente general y el tratamiento de Sir. Asimismo, ella obtuvo el título de Dama del Imperio Británico.
El matrimonio residió en el castillo de Menaville, en la costa de Cornualles, donde nacieron sus tres hijos: Tessa, Flavia y Christian.
Pese a la aparente felicidad reinante, ella nunca se realizó con este matrimonio debido a sus tendencias bisexuales, al igual que sus hermanas. La relación con su esposo era casi siempre fría, aunque cordial, pese a las infidelidades de ambos cónyuges, e incluso, distante con sus hijos, en especial con las hijas, a las que dejaba al cuidado de las nannies, siempre inmersa en su escritura.
Se dice que era una persona solitaria que rara vez aparecía en sociedad o concedía entrevistas, rodeada de recuerdos y de sus queridos fantasmas. Otros la recuerdan como una persona cálida, divertida y una perfecta anfitriona.
A la muerte de su esposo, ocurrida en 1.965, ella se trasladó al sureste de Inglaterra donde vivió la mayor parte de su vida.
Murió un 19 de abril de 1.987, a los ochenta y un años, en su casa de Cornualles, que fue escenario de muchos de sus libros. Incinerada, sus cenizas se esparcieron por los acantilados de Cornualles.
A su muerte se hicieron referencias acerca de su bisexualidad y de una aventura que tuvo con la actriz Gertrude Lawrence, a cuya muerte se vio sumida en una gran depresión. Así como su atracción por Ellen Doubleday, casada con su editor estadounidense. Las cartas dirigidas a la misma están llenas de intensidad amorosa: Mataría dragones por ti.
Acerca de sus tendencias diría: Mi padre había querido un hijo y yo deseaba haber nacido niño. De hecho, de pequeña solía vestirse de niño.
Es más, según su biógrafa, Margaret Foster, reveló a unos amigos que su personalidad se componía de dos personas distintas: la amante madre y esposa y la amante, decididamente masculina, escondida de todos. Se definía como híbrida, como mujer con alma masculina.
Sea como fuere, Daphne du Maurier es una de las mejores escritoras contemporáneas, plena de creatividad, fantasía y maestra del misterio. Llamada la reina del suspense romántico.
OBRAS
Entre sus novelas se cuentan las siguientes:
– Espíritu de amor, 1.931, primera de sus novela con apenas veinte años.
– Nunca volveré a ser joven, 1.932.
– Adelante, Julio, 1.933. Julio, judío con ansia de poder y dinero, ser sin barreras.
– La posada de Jamaica, 1.936. Llevada al cine por Alfred Hitchcock en 1939. Serie de TV en 1.983. Adaptación teatral en 1.993. Canción Jamaica Inn. Una serie de la BBC en 1.914.
– Rebeca, 1.938. Llevada a la pantalla por Hitchcock. Convertida en mito y ganadora de numerosos premios (reseña más adelante).
– El río (o cala) del francés, 1.941. Amor y aventuras. Llevada al cine en 1.998.
– El general del Rey, 1.946. Romance situado en la Inglaterra del siglo XVII.
– Historia de una mujer abnegada.
– Los parásitos, 1.949. De ambiente artístico.
– Mi prima Rachel, 1.951. Llevada a la pantalla en 1.952. Serie televisiva en 1.983. Adaptación radiofónica en 2.011. Obra de teatro en 2.012.
– El muñeco mecánico. Cuento gótico de suspense, muy avanzado para su época, en el que una chica está obsesionada con un muñeco mecánico.
– Los pájaros, 1.952. Llevada a la pantalla por Hitchcock en 1.962. Suspense y terror con la invasión de miles de pájaros atacando. Numerosos premios y candidaturas.
– Bésame otra vez, forastero, 1.953. Novela corta de intriga.
– El chivo expiatorio, 1.957. Novela llena de suspense y ambigüedades morales. Llevada a la pantalla.
– Mary Anne, 1.954. Tema de viajes con trazos sobrenaturales.
– Los lentes azules, 1.970.
Incluyo en esta lista solo algunas novelas, pues el resto de su obra sería prolijo enumerarlas. No obstante, me gustaría dedicar un apartado especial a la inmortal Rebeca por la popularidad y trascendencia que ha tenido a nivel mundial.
REBECA
“Anoche soñé que había vuelto a Manderley”.
Frase mítica con la cual comienza la novela, primera novela gótica del siglo XX, que consagró a Daphne du Maurier y la catapultó a la fama, publicada en 1.938. Frase inicial, voz en off en que retornan los recuerdos de la segunda señora De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en el tenebroso paisaje de la costa de Cornualles, donde reside con un marido que apenas conoce tras un breve encuentro en Montecarlo, mayor que ella y atormentado por el recuerdo de su primera esposa, la hermosa Rebeca, ya fallecida pero jamás olvidada, cuya fantasmal presencia vaga por toda la mansión llenando de celos a la nueva esposa sospechando que un terrible secreto se le oculta. El desenlace es sensacional.
Obtuvo los siguientes premios:
-En EEUU ganó el Nacional Book Award como novela favorita en 1.938.
-En 1.917 fue votada como uno de los libros favoritos de los últimos 225 años.
-En 2.003, la novela fue incluida en el puesto catorce de la lista The Big Read.
-Ganó dos óscars a la mejor película y fotografía.
-30.000.000 millones de ejemplares vendidos.
-Versión teatral musical recorriendo Japón, Alemania, Corea del Sur, Suecia y otros países. Y algunos premios más.
Sus personajes se han convertido en iconos, destacando en primerísimo lugar a la invisible Rebeca, primera esposa de Maxin de Winter, famosa por su belleza, inteligente y adorable pero que esconde rasgos de psicópata, mentirosa y manipuladora. Curiosamente, su imagen nunca aparece ni en la novela ni en la versión cinematográfica que de la misma hizo Alfred Hitchcock. Pero su sombra fatal se extiende por toda la mansión y sus habitantes.
La señora De Winter, protagonista de la obra, cuyo nombre jamás se cita, una chica joven y tímida de clase media, segunda esposa de Maxin de Winter, atormentada y disminuida por la sombra de Rebeca y humillada por la señora Danvers, el ama de llaves de Manderley, que la considera una intrusa ocupando el puesto de su señora la difunta Rebeca. En la versión cinematográfica la intérprete es Joan Fontaine, que fue candidata al Óscar.
Mrs. Danvers, siniestra ama de llaves de Manderley. Niñera que fue de Rebeca y obsesionada por conservar su memoria con su habitación intacta y todos sus objetos, cartas, pañuelos, vestidos…, con la inicial R en cada uno de ellos. Se dice que, mujer viril, estaba enamorada de su señora. Mítica interpretación de Judit Anderson.
Maxim de Winter, misterioso personaje dueño de Manderley, huraño hacia su nueva esposa y atormentado por el recuerdo de Rebeca. Interpretado por Laurence Olivier en la película.
A estos personajes principales se unen otros secundarios pero asimismo importantes, tales como: Beatrice de Winter, hermana de Maxim. El silencioso mayordomo. Jack Favell, cínico, bebedor y jactancioso, primo y supuesto amante de Rebeca. El coronel Julyn, investigador encargado de averiguar la verdad sobre la misteriosa muerte de Rebeca.
Algunas de las muchas curiosidades que rodearon a esta película en su tiempo:
-Debido a la popularidad de la película, el personaje de la señora Danvers se convirtió en el prototipo de persona siniestra y antipática. Por entonces, se decía de alguien con mal carácter o adusta: Parece el ama de llaves de Rebeca.
-La chaqueta de lana que lucía en la película Joan Fontaine tomó el nombre de “rebeca”, nombre admitido por la Real Academia Española. Prenda que aún solemos llevar.
-A partir de la novela, en psicología se conocía como “síndrome de Rebeca” los celos patológicos hacia una expareja.
-Asimismo, el hecho de estar el marido de la autora anteriormente prometido con una bella mujer, influyó en Daphne du Maurier para el argumento de su novela.
-La autora creó toda una escuela con esta novela intimista, por su lenguaje, drama psicológico, intriga y belleza literaria.
-Jorge Sepúlveda, famoso cantante valenciano de los años 40 y 50, grabó una canción, basada en esta novela, que alcanzó un gran éxito: “Sombra de Rebeca”. Canción que de pequeña me daba mucho miedo al escucharla por la radio, ya que era muy solicitada en la sesión de discos dedicados.
Como curiosidad, la incluyo. Quizá algunos la recordaréis.
SOMBRA DE REBECA
Sombra de Rebeca, sombra de misterio,
eres la cadena de mi cautiverio.
¡Oh, Rebeca!
Quimera y pasión.
Sombra de Rebeca, sombra de tortura,
guardas el secreto de horas de locura.
¡Oh, Rebeca!
Mi eterna obsesión.
A tu recuerdo sujeto
mi desamor viviré
y de mi ser tu secreto
jamás arrancaré.
Sombra de Rebeca, sombra de misterio,
eres la cadena de mi cautiverio.
¡Oh, Rebeca!
Mi eterna obsesión.
Y por hoy, aquí acabo mi escrito, no sea cosa que la “sombra de Rebeca” haga su aparición por estas páginas…
Vuestra amiga Carmen Carrasco
Publicado en el periódico Granada Costa Nacional el 3 de diciembre de 2.022