El traje típico de Melilla

17 de septiembre de 2013

Soy de Melilla, una pequeña pero preciosa ciudad situada en la otra orilla de este mismo mar, Mare Nostrum romano. Tierra noble, leal, humanitaria… Pero Melilla es mucho más que todo eso. Es una perla del Mediterráneo aún por descubrir.

Sus hermosas playas, de arenas finas y doradas, están bañadas por unas aguas cálidas y transparentes. Su Ciudadela del siglo XV, construida hace más de quinientos años, guarda entre sus piedras historias de hechos heroicos. Su bello parque es un muestrario vegetal de gran variedad de plantas. Es la segunda ciudad, después de Barcelona, que tiene más edificios de arquitectura modernista. También tiene un hermoso pinar, recreo y pulmón verde de la ciudad, y un monte, el Gurugú, que la protege. Una virgen, Nª Señora de la Victoria, talla del siglo XVII, Patrona de los melillenses. Un cielo siempre azul como nuestra bandera. Y unas gentes hospitalarias que te abren sus brazos y su corazón si vienes a visitarnos.

Pero hoy no voy a hablar de mi ciudad sino de su precioso traje típico, llamado “MELILLA MARINERA”, y de los símbolos que en él están representados.

DISEÑO: DIEGO Y JOAQUÍN

El traje está inspirado en la tradición de puerto de mar de Melilla y está confeccionado en azulón y blanco. El azulón representa nuestra bandera y el mar. El blanco es significativo de la armonía reinante en Melilla entre las cuatro culturas que la habitan: cristiana, judía, musulmana e hindú.

Las redes con que se adornan la falda y la cabeza simbolizan la tradición pesquera y los madroños que las rematan son una alegoría a los corchos y boyas de la misma.

La diadema de flores es una representación de la belleza de nuestros parques y jardines.

Los detalles de los volantes en las mangas, lazada del delantal y terminaciones de falda y enaguas, son alusiones a las olas del mar.

Los adornos de bordados, perlas, piedras y lentejuelas, nos muestran las riquezas de las distintas culturas.

RELACIÓN DE MATERIALES

Seda envejecida en azulón. Batista blanca. Organdí bordado. Red. Madroños. Plisadillos. Pasamanería con flecos. Entredoses de organdí bordado. Perlas. Lentejuelas. Medias blancas y zapatos en ante negro (En Valencia los zapatos van forrados de la misma tela azul). Una capa de terciopelo azul complementa el traje.

Todo ello forma un conjunto favorecedor para la mujer y un resultado espectacular que siempre llama la atención cuando desfilamos vestidas con el traje el día de la Ofrenda de flores en las fallas de Valencia.

Si te gusta mi traje, ven a Melilla. Te gustarán más la ciudad y sus gentes. Te esperamos.

© Carmen Carrasco Ramos